Alguna
vez quien más o quien menos ha escuchado decir “valora lo que tienes antes de
que sea tarde”. Creo que es el momento de desmenuzar…
Y es
que tiene una parte muy real, puesto que es obvio, nadie nos va a esperar y lo
que es peor, cuando se dan cuenta de lo que perdieron no hacen nada por
remediarlo… Como si por el hecho de creer que fuese tarde, ya no hiciese falta
hacer nada, y quedarse así, suspendidos, sumergidos en este presente, peleando
con tu conciencia cada día mientras va pasando tu vida.
Pienso
que nunca es tarde, sólo después de la muerte es “demasiado” tarde. Para cualquier
cosa. Para pedir perdón, para aceptar un error, para dar un consejo, para dar
la razón cuando no la tenías, para interesarte por otro…
Aunque
también hay que mencionar los límites, que todos tenemos. Y yo por ahora
aguantaré, hasta tal punto de que ya no pueda más, que me canse de esperar una
muestra, una palabra bonita, un halago, que al fin y al cabo no significan nada…
pero te hacen sacar sonrisas a montones y, digo… ¿qué hay más importante que
sonreír y que los demás se pregunten el porqué?
Y no sé
porque cuesta tanto, os invito a sacar los sentimientos que lleváis dentro, ya
que además de ser una buena terapia para uno mismo son, sin duda, la mejor
forma de hacer saber a los demás lo que sientes, decírselo, expresarles con
palabras, mensajes, cartas, llamadas… no sé de qué hay que avergonzarse. No hay
que pensar que es rebajarse. Hay que aprender las palabras que causan sonrisas:
te he echado de menos, me encanta estar a tu lado, te quiero.
No
entiendo porque no somos así y nos decimos las cosas, con lo bonito y fácil que
sería… Preferimos ser de esta fría manera y callarnos todo e ir perdiendo a
personas (quizás) maravillosas.
" No siempre recibiré lo que doy, pero seguro que en más de una ocasión me ayudará a sonreír."
No hay comentarios:
Publicar un comentario