jueves, 11 de agosto de 2011

La esperanza que acabará con mi sentido común

Hay etapas en la vida en la que por distintas circunstancias los nervios se apoderan de nosotros. También hay personas que tienen más facilidad que otras para ponerse nerviosas, frente a esas otras personas que se toman la vida con tranquilidad. Nunca me consideré alguien nerviosa, hasta que la vida me hizo darme cuenta que lo soy y mucho. Pueden ser muy diferentes las situaciones que te provoquen esta sensación... una llamada que esperas de hace tiempo, un mensaje inesperado, un viaje, una visita en el momento indicado ... 


Mañana sale un avión con destino Cádiz, por segunda vez en este verano, y es que de los buenos tiempos siempre quiero más...


ya sabes... una mirada desde lejos cuando estés hablando, una mano en mi rodilla cuando estemos al lado y me habrás desarmado, que yo a esto no estoy acostumbrada, a esto no se jugar. Conseguirás verme balanceándome en la luna en la que tu mismo me habrás subido tranquila, sosegada... y no querré bajar. Y me quedare ahí, si tu me dejas, dormida en tus brazos.

Y así inauguro este blog. Nos vemos a la vuelta!

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