Estallamos la locura. Hicimos el amor y ya no se pudo parar. Como un capricho del momento, aquí y ahora. Ese caramelo en los labios que quieres saborear. Y erramos… Que lo bueno se hace esperar. Y vendimos la paciencia en la primera ocasión. Sin contenernos, deseo, fervor, pasión… tu olor se penetraba en mis sentidos.
Y así
fue. Yo, tu último capricho que añadir al último lugar de la lista. Esa que ya habrás arrugado y arrojado debajo de la cama, para olvidar que un día estuvimos encima, ahora me alojaré en un simple papel, un dimunito recoveco en la razón. De nuevo,
sola con mis ilusiones en el olvido. Infinitos sentimientos, sensaciones. Y
otra vez perder. Aunque en la suma final venza.
Éstas
son las palabras del desengaño. Mudé de pensamiento, quizás no voy a dejarme
llevar más. Quizás ya no, porque estoy cansada de enredar el alma en nudos
encadenados.
Ni camas,
ni nada de besos y es él, el tiempo hablará, como siempre habla. Para bien y
para mal. Cuando sea él, no habrá urgencia, lo sabrá la piel.
Calma y espera, quiérete hazte valer, sino nadie lo va a hacer. No viviré pendiente del aire. Mientras tanto ¡bailaré!
Espero
que mis palabras desordenen tu conciencia, pues nada chico, lo dicho hasta
pronto, si nos vemos.
~20 de abril - Celtas Cortos
Cuéntame
fracasos, vida, rumbos de pintores locos. Háblame de la calima de las noches
cuando tu amante de amantes huyó. Va y viene mi alma de esponja. Viene y va si
tú me hablas si tú me cuentas cosas. Viene y va, si tú me miras de esa manera.
Háblame de las vueltas que da la tuerca. De los amores que son prisión. ~Para que no se duerman mis sentidos - Manolo García