Ojalá pronto esté lejos. Lejos de este pensamiento, lejos de
ti. De pensar que otra vez me equivoqué, de entregar confianza ciegamente a
quien probablemente no la merece. Cansa. Es agotador y quiero partir, no tener
que enfrentarme cada día a esto, día tras día. Aunque mientras lo hago con
orgullo porque tienes que lidiar con mi sonrisa y sé que te pesa más que te
alivia.
Y estoy segura que cuando me vaya, no habrá ni una palabra,
ni un abrazo, ni un beso, ni una razón. Y tampoco habrá tiempo para
arrepentirse, porque ya le di la vuelta en demasiadas ocasiones al reloj de
arena, esperando, reacciones o palabras que nunca llegaron ni en las
situaciones más extremas. Tampoco ahora, no espero a cuando me vaya. Sólo
espero que sea pronto y que sean contrarios ambos caminos.
"Lo único que consigues entender es que el amor no te pertenece, que es ese mágico momento en que dos personas deciden a la vez vivir, saborear a fondo las cosas, soñando, cantando en el alma, sintiéndose ligeras y únicas. Sin posibilidad de razonar demasiado. Hasta que ambas lo deseen. Hasta que una de las dos se marche. Y no habrá manera, hechos o palabras que puedan hacer entrar en razón al otro. Porque el amor no responde a razones..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario