Hoy y siempre, gracias

Y ayer alguien que me ayuda mucho, me hizo ver que, realmente existe un motivo válido.

Más bien existen dos: uno no quiere estar contigo, dos no tengo que tomar esta “triste” posición frente a algo que cae de cajón.

Me he concienciado, debo abrir mis ojos, abrir mis alas, no necesito más muestras, suficientes, demasiadas, quizás. No tengo porque amarle a pesar de las heridas, no, ya no.

Qué verdad es, que ese debería ser el motivo más válido y más sincero alguien que no quiere mantenerte a tu lado, ¿qué merece? Si desglosamos esta afirmación te está diciendo que no quiere compartir ningún momento más contigo, que no quiere permanecer a tu lado, no quiere seguir trazando un camino de dos, al menos en el que tú estés presente.

Y ahora dime… ¿Vas a seguir ahí? Mirando lo que pudo ser y no fue, cuales fueron tus errores y aciertos, qué hiciste mal y que podría haberle detenido. Créeme nada ni nadie hace que alguien se detenga cuando toma una decisión. Así que no te aferres a ese pasado, de nada sirve desgarrarte el alma, agarrándote al autoengaño.

Aunque existiera cariño, aunque existiera amor en tu corazón, tienes que liberar los pensamientos, sonreír, contagiar tu sonrisa y alegría, porque así es como eres y los demás se alimentaran de ello y tú te beneficiarás con ello.

En estos casos sí hay que ser egoístas señoritas, (digo señoritas porque creo que pocos señoritos tengan este torrente de ideas y pensamientos) liberar esos sentimientos, desplegar de nuevo las alas, con cuidado porque las fracturas están cicatrizando, y son como láminas de cristal, así que prepárate a volar y… adiós y como diría una gran personita ¡a otra cosa, mariposa!