Miradnos,
corriendo de un lado a otro. Siempre con prisas, siempre llegando tarde. Somos
la raza humana, siempre compitiendo, aunque lo que más ansiamos en este mundo
es conectar con otros. Para algunos eso ocurre a primera vista, es cuando sabes
que lo sabes, es el destino destilando su magia. Y es genial para esas personas,
viven como en un cuento de hadas, van directos, como cuando viajas en un tren
expreso. Sin embargo, eso sólo les ocurre a unos pocos, para el resto de la
humanidad vivir es menos romántico, suele ser complicado y liado, se rige por
meteduras de pata y oportunidades desaprovechadas y sobretodo por no ser capaz
de decir lo que necesitas decir cuando debes decirlo.
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